sábado, 9 de noviembre de 2013

Las demencias



La demencia es el declive de las funciones cognitivas en comparación con el nivel previo de funcionamiento del paciente, determinado por la historia de deterioro y por las alteraciones apreciadas en el examen clínico y mediante tests neuropsicológicos.

En definitiva, para concluir que una persona presenta demencia, debe existir alteración de la memoria acompañada de alteraciones en otras funciones cognitivas y cambios de conducta, con afectación de las actividades de la vida diaria. Envejecimiento normal: deben observarse cuáles son las funciones alteradas y cuáles están preservadas. Una de las que se preservarán mejor en el envejecimiento normal es el lenguaje, mientras que en la demencia aparecerá plenamente alterada. Pseudodemencia depresiva: este término se aplica cuando se observa una enfermedad depresiva con hallazgos clínicos sugestivos de demencia tales como retardo psicomotor, fallos de concentración, fatiga o alteraciones de memoria.En neuroimagen, estos pacientes presentan más leucoaraiosis que los pacientes no deprimidos de la misma edad. Son frecuentes los factores de riesgo vascular, como la hipertensión. Estado confusional: se trata de un estado mental anormal con alteración de la consciencia. La persona presenta graves problemas de atención y desorientación en tiempo, espacio y persona. Los pacientes sufren fluctuaciones, en las que las fun-ciones se van recuperando y deteriorando. En el caso de los dementes, las funciones no se recuperan de ninguna forma. Sin embargo, es muy probable que una persona demente aparezca confundida, por lo que debe realizarse el diagnóstico diferencial de forma precisa. la valoración del tipo y grado de deterioro; el seguimiento de la evolución; la valoración de la efectividad del tratamiento; y las implicaciones socio-laborales.

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